jueves, 9 de mayo de 2019

La "Carta Peregrina"



La "Carta Peregrina" o Media Compostela, es un documento que nace en 2013 para otorgar al peregrino otro documento, no oficial (en el sentido de que no le otorga la Diócesis de Compostela sino el Ayuntamiento de Sahagún), fuera de lo que son los documentos expedidos por dicha Diócesis, en el que se acredita que el peregrino ha llegado al ecuador del Camino.


Arco de San Benito, Sahagún, León


Dicha carta se entregaba de forma gratuita en el "Convento de San Francisco-Iglesia de La Peregrina" de la población de Sahagún, en la provincia de León. En la actualidad  la "Carta Peregrina" sigue siendo "gratuita" pero debes visitar dicha iglesia para que te la den abonando el precio de la entrada. La iglesia en casi su totalidad es una reconstrucción, así que no verás algo medieval como tal, pero como recuerdo y tener otro documento del Camino sí lo recomiendo.









sábado, 9 de marzo de 2019

Qué ropa llevar






Dar consejos para hacer el Camino puede ser erróneo si los damos genéricamente, ya que lo que contará decisivamente para dichos consejos dependerá en buena medida de la época en el que lo hagamos. ¿Cuantos pantalones, camisetas, chubasqueros, sobre pantalón, chaquetas, etc. debemos llevar? Pues eso dependerá de la época en el que hagamos el Camino. No es lo mismo hacerle en verano que en invierno. Yo, que le hice en octubre, puedo decir sin temor a equivocarme, salvo que seas frioler@, que todo lo que llevé de ropa (ya he dicho que soy caluroso); con todo eso llevaréis una mochila no muy pesada y tampoco pasaréis frío.

De pies a cabeza:

Tres pares de calcetines, tres de ropa interior, tres camisetas técnicas que secan rápido y otras tres de paseo -pesan poco-, un pantalón largo y otro corto, un par de sudaderas técnicas -no pesan nada-, una braga para la garganta que sirve de gorro cerrando la goma y un chubasquero.

Para la lluvia, teniendo en cuenta que no hacía frío, más el calor que yo llevo de serie, como chubasquero llevé uno que por su grosor y tamaño prácticamente era un cortavientos para lluvia fina, al fin y al cabo en octubre en España, que no es Noruega, tampoco cae tanta agua. Llevé éste tipo de chubasquero sin bolsillos -solamente uno para recoger la prenda que se queda en un pequeño paquete de unos 20 cms. por 10 cms.-

Un consejo que es del todo válido a pesar de no ser extremadamente ortodoxo, es como doblar la ropa y colocarla dentro de la mochila. Si en lugar de doblarla como haríamos normalmente en casa la enrollamos, aunque parezca mentira, parece que la mochila ha multiplicado su tamaño, se coloca mejor y sobra hasta espacio.


Probad a colocar así la ropa, de pie o tumbada y veréis como hay
espacio de sobra


domingo, 3 de marzo de 2019

Mi experiencia general en el Camino





Hablar acerca de todo el Camino de Santiago en cualesquiera de sus modalidades -religioso, espiritual, cultural, deportivo, etc.-, es algo tan abstracto que sería imposible de hacer, ya que si haces el Camino por motivos espirituales y otra persona lo hace por el mismo motivo, posiblemente los dos tendrán diferencias en la mayoría de las vivencias. Por eso siempre me gusta remarcar en lo que escribo, lo personal de las opiniones, que las mías no tienen porqué coincidir con las de otra persona, aún haciendo el mismo Camino y por el mismo motivo.

Mi decisión de hacer la peregrinación en el Camino de Santiago no fue algo premeditado, pensado con anterioridad; fue algo espontáneo que surgió de una conversación casual de un conocido mío que le hizo unas cuatro veces (entero no como quien hace tramos y a cada uno de estos les da el tratamiento de Camino completo). Comenzamos a hablar de lo que era el Camino, de como se vive y que sacas de él, pero claro, por mucho que te digan que es maravilloso, que te encuentras a ti mismo, que vienes cambiado en lo íntimo, hasta que no le haces no puedes comprender el porqué te decía todo eso y puedes llegar a interiorizarlo y sentirlo propio.

Cada día que pasaba me ilusionaba más y más; me iba haciendo una idea de lo que podía ser caminar tantos kilómetros sin un fin determinado que el mero hecho de llegar de un punto a otro. Pensaba cada día cómo sería, si era cierto eso que todos los que con anterioridad le habían terminado contaban. Seguía dándole vueltas a la cabeza para intentar imaginar lo que ya hacía, pero que no me terminaba de convencer: ¡claro, por mucho que imaginase no era más que eso, imaginación! Entonces comencé a mirar por YouTube videos de personas que le habían hecho, o por lo menos tramos.

Empecé a buscar videos y a visionarlos -y puedo decir que llegué a un par de ellos que me engancharon, especialmente uno de una Youtuber en tres partes-. Esta Youtuber se llama Isasaweis, es asturiana (video I, video II y video III) aunque discrepo de buena parte de lo que dice o aconseja; él se llama Carlos Ramón, de Ibiza (video); la verdad que pude llegar a ver sus tres partes por lo menos cinco veces cada una, y el de él otras tres veces; -¡era tal el ansia de hacerle que quería empezar a imbuirme del Camino desde la red!-

Veía los videos y me metía en su piel, me imaginaba yendo por esos caminos polvorientos y eternos que solamente lo puedes sentir cuando te encuentras en ellos.

Poco a poco me iban corroyendo las ganas de andar, de andar por esos polvorientos caminos del norte, todo me refería a él, al Camino de Santiago. Me pasaba como cuando te quieres comprar un coche nuevo, estás buscando el modelo de coche que te gusta para comprar y has visto el que te gusta; ¿no es cierto que sales a la calle y empiezas a ver ese modelo a cada paso, o en la televisión su anuncio publicitario o el mismo nombre que el coche -por ejemplo un Seat Ibiza y sale publicidad de la isla en televisión-? A eso me refiero, todo, cada día que pasaba no sé si era la obsesión o que el subconsciente lo tenía ahí guardado, pero, ¡si veía un concurso!: el participante se llamaba Santiago: ¡que veía las noticias!, en Santiago de Compostela se esperaban más lluvias, ¡Que salía a la calle! toma, leche de Galicia. Todo esto me hizo crecer y crecer la idea de que tenía que ahcer el Camino sí o sí.

Al final me decidí y comencé a ver más a menudo al conocido que sembró el gusanillo de hacer el Camino -como decía antes, sin buscarlo-. Cuando llegó el día de comenzar a prepararle, empecé a comprar todo lo necesario para llevarme (mochila, calzado, ropa técnica, tecnología (móvil, cable OTG para descargar la memoria del teléfono, etc.) bastones de trekking, bordón, saco de dormir, etc.)

Esto lo empecé a hacer dos meses antes. Pues bien, faltando un mes ya tenía el billete de autobús para Pamplona. Se acercaba el día y como no puede ser de otra manera llegó. Marché hacia Avenida de América al intercambiador, busqué la dársena donde paraba mi autobús, esperé hasta que llegó y por fin y toda la gente cargando todo en su "panza". El viaje fue bastante bueno, con sus paradas en Belorado, Santo Domingo de la Calzada, Nájera, etc.; ¡quién me iba adecir que pasaría por allí andando en poco más de dos semanas!

Por fin llegamos a Pamplona, serían las 14:30h. de la tarde, tenía que comer. Busqué en el telefóno un Telepizza y para allí que fui. Sería mi última pizza..., bueno, hasta empezar el Camino y llegar a Estella que cayó otra, pero esta vez ya en compañía. Una vez terminé de comer me dirigí a la estación de autobuses de Pamplona para comprar el billete a Roncesvalles. Me tocó esperar como hora y media hasta que llegó el autobús y puso rumbo a mi primer destino.

Tardó en llegar en torno a una hora más o menos. Cuando bajé del autobús cogí mi mochila y me dirigí al albergue de peregrinos, hice la cola y cuando me asignaron mi cama, subí para deshacer la mochila y colocar todo. Lo siguiente es algo obligado, ir a la señal donde te informan que a Santiago de Compostela quedan 790 kilómetros y entonces te haces la foto de rigor. Fue ahí donde tuve mi primera y única flaqueza, ya que pensé preguntándome: ¿Tío, y tú que necesidad tienes de pegarte esta paliza andando? ¡Ale!, ya te has hecho la foto en el cartelito, bien, pero ahora no vale solo con eso, tienes que andarte 790 kilómetros! ¿Lo necesitas?

La verdad que fue ese momento el único en el que tuve ese pensamiento de abandono; pero reflexionando me di cuenta de que sí, ya no sólo era un capricho aventurero para guardarme dentro como experiencia, la realidad es que necesitaba hacer algo parecido y que mejor que ese camino pedestre tan famoso del que todos hablan y que lleva realizándose más de mil años. Dice el refrán que: "Algo tiene el agua cuando la bendicen", y lo digo yo que soy ateo.

Pues sí, llegó el gran día, primero de octubre, a caminar con dirección a Zubiri, paralelo a la carretera que el día anterior había subido en autobús. Pasas por el sendero hasta llegar al primer humilladero que queda a la izquierda. También fue la primera vez que hice uso del frontal, la pequeña linterna que tenía ganas de estrenar en el Camino. Mi primera impresión fue en Burguete, llegué a eso de las 09:00h. de la mañana, creo, y la campana de la iglesia empezó a tañer. Seguía por la calzada andando y vi a dos peregrinos que tomaban el camino por donde iba a ir yo. Me acerqué, les dí los buenos días, contestaron y siguieron a lo suyo. Parecía que los dos estaban en una misión del ejército, llevaban un GPS; ¡tócate los cojones! "Exactamente igual que los peregrinos en la Edad Media". Vi que posiblemente querrían ir solos (esa era mi intención desde que salí de Madrid), así que me fui por otro sitio siguiendo por la calzada y mira tú por donde, llegué antes que ellos al desvío donde empezaban a verse las famosas y bonitas flechas amarillas y el camino de tierra, con sus vaquitas y todo. Ya empezaba a tener pensamientos de peregrino, nobel eso sí. ¿Cuándo debería decir mi primer "Buen Camino"? Dicho y hecho, me pasó un peregrino que debería llevar mucha prisa y me dijo: "Buen Camino". Sonreí y le dije: "Buen Camino". Ahí es cuando debía decirlo.

El Camino no se planifica, el Camino "simplemente" se hace.

No sabía lo que me esperaba, llegando a Zubiri, por el monte, comencé a ver señales de papel que indicaban kilómetros. Yo me iba guiando por ellas, pero cual fue mi sorpresa que cuanto más andaba más kilómetros quedaban. No, no era lo que yo pensaba, era una carrera de montaña, lloviznando y la gente corriendo. El suelo mojado y lo peor, de pizarra. Parecía que llevaban ventosas en los pies. En fin, llegué a Zubiri y mi primera impresión en el albergue no fue muy grata; la hospitalera parecía que se le debía algo y no se le pagaba. "Buenos días", le dije. "Ocho euros. Credencial" es lo que contestó. Qué malo es estar amargado por nada. Ahí se desvanecieron mis anhelos de hacer el Camino sólo, y posiblemente es de lo que más me alegre. Había un chaval sentado en la puerta leyendo un libro, parecía el portero. Yo a lo mío. Salí y me fui a dar una vuelta para conocer el pueblo, no muy grande, es una calle con alguna interior -que yo recuerde-. Volví al albergue y entré. empecé a buscar algo en la mochila y salí de nuevo a la entrada. En eso llegó una chica que resultó ser "palenciana"; ¡que no!, que si no me mata, ¿verdad Beba? Palentina. Me preguntó ella si sabía si había cerca algún bar o algo para tomar algo. Le respondí que había ido hacía media hora a comer un pincho de tortilla, que seguía teniendo hambre y que si quería le acompañaba para indicarla (otra acción que no hay que preguntar para ser peregrino, nos conocemos y nos echamos una mano). Nos fuimos y ya de regreso entramos en el albergue. Ella, Beba, comenzó a buscar algo en su mochila, yo estaba tumbado en mi cama y, en eso entró un chaval que parecía un nazareno, el "espíritu de la golosina"; le tocó la cama del final y arriba. Había visto caracoles más rápidos que él. El pobre llevaba ese paso porque él venía de Saint Jean Pied de Port, y en los Pirineos le estuvo lloviendo, nos dijo, toda la etapa, y con el andar las botas le hicieron rozadura en ambos talones. Hay imágenes de cristos de Semana Santa en mejores condiciones que llevaba el pobre sus talones. Los tenía en carne viva. Él chaval se llama Paco, de Jerez. ¡Por cierto!, el que estaba en la entrada leyendo es Francisco, el sevillano que ya nos encontraríamos durante todo el Camino. También fue ahí donde intercambiamos las primeras palabras con la peregrina mejicana que vi rezando en la ermita que hay nada más que comienzas la bajada en Roncesvalles, se llama Olga.

La tónica del Camino es fundamentalmente esta, caminar y vivir experiencias. Lógicamente faltarían Gigabites de almacenamiento para dejar aquí todo lo que he vivido. Desde las "regañinas" de Beba porque yo quería sellar en todos los sitios para tener variedad de sellos en la credencial y ella me decía que no llegaba con la credencial a Santiago, hasta el corte que se hizo Paco con el consiguiente mareo por darnos el gusto de probar unas uvas en la Rioja... ¿o seguía siendo Navarra?

Yo, que no bebo alcohol, cumplí con la tradición de la Fuente de Vino de las Bodegas Irache, que tienen una CÁMARA WEB conectada permanentemente y puedes ver los peregrinos que pasan por allí, aunque lleva un pequeño retardo en la imagen.

Yo, que quería hacer el Camino sólo, le hice con mucho gusto y pena a la vez hasta Logroño con estas dos personas que coincidimos en Zubiri, Beba y Paco. Digo pena porque Beba solamente tenía una semana de vacaciones y llegaba hasta Logroño, y ya de ahí marchaba de nuevo a Palencia. Paco que en Puente la Reina tuvo que ir al centro de salud a que le miraran los talones despellejados, ahí descubrió lo que es la maravillosa blastoestimulina que gracias a mi perrihijo conocía yo y le dije a la enfermera si se le podía dar para que cicatrizase. Ya en Logroño nos fuimos a buscar unas sandalias de trekking las cuales le acompañaron prácticamente todo el Camino hasta Santiago.

Durante todo el Camino que duró hasta llegar a Logroño, Beba me puso la cabeza con el "Insta Karma" que no sabía que hacer jajaja. Ya en Logroño salimos por la tarde/noche a tomar algo por la calle Laurel, y a la mañana siguiente marchar. Ella tenía familia allí y se quedaba. Al día siguiente cuando ya nos separábamos después de desayunar juntos los tres, le dije que nos acompañara dirección a Santiago que su familiar vivía por allí (¡yo no tenía ni pajolera idea!) y despedirnos. Ella dijo que no, que vivía al lado contrario de la ciudad, así que nos despedimos ahí, no sin que sus gafas nos demostraran lo que es la condensación en la cara interna de los cristales (ella sabe porqué lo digo), y ya nos despedimos. A la mañana siguiente me mandó un WhatsApp diciendo que tenía razón, que su familiar vivía por donde, de cachondeo, le dije yo, y ella se fue para el lado contrario andando el doble; Insta Karma se llama eso por no acompañarnos jajaja.

En el pasar de los días llegamos a Burgos, nos fuimos al albergue para no quedarnos sin plaza y ya después poder salir a tomar algo. Yo compré mi cajita de Espidifen 600, que eso si que es un milagro, no el de los panes y los peces, para seguir tranquilo el Camino por si llegase algún dolorcillo inesperado.

En Frómista nos volvimos a ver con Beba, que fue a visitarnos, comer y pasar el día con nosotros.

En Nájera fue donde me cambiaron las botas; y en Santo Domingo de la Calzada tuve que comprarme otro calzado, lo que me causó un desequilibró del presupuesto que por ello no pude llegar a Finisterre. Estas cosas son las que te hacen plantearte que en el Camino suceden historias que difícilmente se repiten en otro lugar. Saliendo de Burgos, habríamos andado como un kilómetro ya, íbamos hablando Paco y yo, y en eso que me da por mirar a una torreta de estas pequeñas de la luz, allí estaban mis botas colgadas. Yo que gasto un 43 y el que me las cambió un 46, cómo llevaría los pies. Como diría Beba, más Insta Karma. Pues bien, ahí no quedó todo, en la etapa 17 según la guía GRONZE, la que va desde Carrión de los Condes a Terradillos de los Templarios, nosotros nos quedamos un pueblo antes, en Lédigos, en el albergue La Morena. Al acompañarnos una persona del albergue para enseñarnos por donde entrar a nuestra cama, iba hablando que hacía una semana un hombre le pidió permiso para ver si le dejaban ver las estanterías donde se colocan las botas, que las había perdido dijo. Yo lo escuché y le dije si ese peregrino preguntaba por un número 46, y el hombre del albergue me dijo que sí. Le respondí que si volviera, sus botas estaban en Santo Domingo de la Calzada.

Seguí haciendo el Camino y llegué a Foncebadón, ya se me iba poniendo el semblante más triste cada día, se acercaba Santiago y terminaría la peregrinación. Galicia ya estaba muy cerca, a dos días: Villafranca del Bierzo y O'Cebreiro.

Camino a Triacastela, en La Portela, conocimos a dos chicas catalanas, Cris y Esther, que estaban de atar (en el buen sentido). Llegamos a Triacastela y a las dos o tres horas llegaron ellas; no sabía que de esas dos me tendría que encargar yo de salir a buscarlas porque siempre se perdían y llegaban de noche y agotadas. Me llamaban El Google humano porque siempre me preguntanban cuanto quedaba, como era el camino restante, donde estaba el albergue y si había camas libres. En fin, que guardo un muy buen recuerdo de todas las personas que conocí en el Camino e hice amistad.

Ya en Santiago nos dirigimos a la Plaza de Obradoiro para cumplir con la tradición de ver la catedral, y de ahí marchar a la oficina del peregrino que se encuentra bajando a la derecha, cerca, a sellar por última vez la credencial y que nos dieran la Compostela. Haciendo la cola para sellar reparé que hacía dos o tres años habían puesto otro "servicio" al peregrino, que es otro documento oficial que por dos euros te justifican oficialmente los kilómetros que has recorrido. Lo paradójico es que mi compañero de travesía, Paco, habiendo salido desde Saint Jean Pied de Port, una etapa  antes y de 25 kilómetros más, le pusieron menos kilómetros que a mi habiendo salido desde Roncesvalles.

¿Pasan cosas que contar en el Camino o no?

En Santiago -como anteriormente me cambiaron las botas en Nájera por unas que no eran mías y tuve que comprarme otras en Santo Domingo de la Calzada-, me quedé en Santiago de Compostela con un total de unos trece euros, a priori ya no podía regresar a Madrid. Llamé a una amiga mía y le dije que si me podía sacar un billete por internet. A mi no me permitía sacarlo en la estación de autobuses dando sus datos, así que me le sacó en ALSA por internet para las 08:00h. del día siguiente. Pretendía quedarme en la estación a dormir hasta la hora de subir al autobús, y un hombre que me estaba escuchando hablar por teléfono con mi amiga, al terminar me dijo que la estación la cerraban a las 00:00h., que en Santiago cerraban hasta el aeropuerto a esa hora. Otra vez a tirar del teléfono, no tenía datos y tenía que conectar la opción de la compañía de 1€ 100Mb. Busqué un albergue a las 23:00h. y por suerte dí con uno cerca y barato, 10€, el albergue Santo Santiago. Muy cerca de la estación de autobuses, a dos patadas, y de Carrefour. ¡Ale! adiós a los 10€, pero me quedaron algo menos de dos. Galletas de chocolate y batido de Carrefour para desayunar, total disponible, 16 céntimos jajaja.

Como he dicho, me tuvieron que sacar el billete de vuelta desde Madrid por internet, porque llevaba literalmente en el bolsillo 16 céntimos que me sobraron del desayuno, y a una chavala que decía ser de Lugo y se encontraba en la estación de Santiago pidiendo algo suelto para ir, le dije: "Lo siento pero acabo de terminar el Camino y casi que me tienes que ayudar tú. Si quieres esto que me queda y no me sirve para sacar el billete". Así que llegué a Madrid con 0 céntimos, me colé en el metro en Príncipe Pío tan contento con mi mochilita y mi bordón.

Una cosa que se suele hacer cuando llegas al albergue al terminar la etapa, es que veías a peregrin@s que se ponían a escribir en un cuaderno o en las tabletas. Pues bien, yo por consejo de Beba me compre una libretita muy maja en una tienda en Logroño, pero la pereza de escribir en el Camino no me dejó hacerlo mucho, así que prefiero hacerlo aquí, en el blog, ya que las experiencias vividas sé que siempre las llevaré conmigo aunque las comparta.

Esta entrada lleva por título "Mi experiencia general en el Camino". Habiéndole terminado y con todo lo que he dejado escrito en esta entrada -una ínfima anécdota para lo que me guardo-, ¿le volvería a hacer? Una y mil veces. Si pudiera, no le haría todos los años, ya que el Camino es algo que cuando le haces y le terminas te das cuenta de su significado, sea este religioso, espiritual, deportivo, cultural o el Sursum Corda, pero sí le haría cuando el corazón me lo pidiera de poder hacerle.

El Camino, por lo menos para mi, es algo más que andar.


La peregrinación a Santiago, a la altura de Jerusalén y Roma (Artículo de MUNDIARIO)



            Artículo sobre el Camino de Santiago. Extraído literal del diario digital MUNDIARIO





"Si en la Edad Media, el Camino de Santiago alcanza un esplendor extraordinario, hoy los estudiosos se siguen preguntando por la razón de que la peregrinación a Santiago de Compostela aparezca en el ámbito de la cristiandad,  a la altura  de Jerusalén y Roma. En el Simposio de antropología celebrado en Santiago en el año 2002, bajo el título “En el Camino, cultura y patrimonio”,  en  el que participaron  investigadores de China, India, Mali, Méxco y varios países europeos, entre ellos España, y que estudió el fenómeno de las peregrinaciones a lo largo de la historia en las diversas  partes del mundo, llama la atención la  extraordinaria importancia y centralidad de Santiago,  planteando interrogantes difíciles de responder. Partiendo del hecho  de que los restos encontrados sean los del Apóstol, se suscitó la siguiente pregunta: ¿Era Santiago un personaje tan extraordinariamente importante en la cultura occidental como para desencadenar una tradición peregrina tan intensa y duradera  por tantos siglos?

Además de las  peregrinaciones populares multitudinarias, a lo largo de la historia, han peregrinado a Santiago personajes de la aristocracia, la realeza y  la religión, cuyos perfiles aparecen hoy debidamente documentados.

El Rey Alfonso II El Casto fue el primer peregrino y mentor del hoy llamado Camino Primitivo. Entre los siglos XI y  XVI , peregrinaron a Santiago, Condes, Duques, Reyes de Castilla, León, Aquitania, Francia, Suecia, Portugal, Navarra, los Reyes Católicos Isabel y Fernando, Carlos V, Felipe II, Cosme III de Médicis y el pretendiente  a la Corona de Inglaterra, a muchos de los cuales, seguramente les movieron motivos  políticos a la par que religiosos. También peregrinaron insignes figuras de la Iglesia Católica, como Papas y otras que hoy ocupan lugar en los altares, como es el caso de San Francisco de Asís y Santa Brígida, que peregrinó desde Suecia en el Siglo XIV.

Es de reseñar, que después de la "invention" descubrimiento del Sepulcro del Apóstol Santiago, la peregrinación a Tierra Santa, se hace especialmente peligrosa por la dominación musulmana. La  existencia de otro lugar con un alto valor simbólico y religioso,  sugiere un viaje por un camino más seguro y  practicable al Finisterre  peninsular, a la tumba del Apóstol. Y a la practicabilidad y seguridad del Camino, se fueron  uniendo las facilidades y ayudas que dieron muchos monarcas. Hospitales, albergues, órdenes religiosas de apoyo, convirtieron  a Santiago en el mayor centro de atracción viajera y  peregrinación  de la  cristiandad, durante buena parte de la Edad Media.Pero si en la Edad Media, el Camino alcanza un esplendor extraordinario, este esplendor languidece en los albores de la Edad Moderna, transcurrido el Siglo XV.  Existen razones históricas para explicar que los  Caminos a Santiago hayan alternado períodos de esplendor con otros de decadencia, desde el comienzo de su difusión en el Siglo XI, alcanzando el máximo esplendor, en los siglos posteriores de la Edad Media.

Quizá  el último hito del esplendor peregrino a Santiago, lo marca la visita de los Reyes Católicos Isabel y Fernando, que acuden a Compostela  implorando la  ayuda del Apóstol en la conquista de Granada, y haciendo la promesa de  construir  en Santiago un  hospital para peregrinos y su mantenimiento en el futuro a costa del erario  rea. Se comprometieron también a resolver los problemas de  financiación del Culto Jacobeo, para cuyos fines, destinarían el botín de guerra de la conquista de Granada. Lo cierto es que, tras la conquista, el hospital se construye, siendo hoy un emblemático  edificio de la ciudad, dedicado a Hospedería “Hostal de los Reyes Católicos”  y Sede de la Orden del Camino de Santiago y de la  Academia Jacobea. Ambas dos promesas se pagaron con los ingresos del llamado Voto de Santiago, una parte de las rentas que pagaba la población cristiana que luego se impusieron  a los llamados moriscos.Pero en palabras de la historiadora Ofelia Rey Castelao, tras el esplendor  medieval, el culto Jacobeo y sobre todo su expresión más  conocida, las peregrinaciones, entraron en una rápida decadencia, convirtiéndose en algo minoritario, un proceso de regresión largo de explicar, pero que como ya hemos dicho, tiene su comienzo en los años  finales del  siglo XV."



sábado, 2 de marzo de 2019

Como alimentarse durante el Camino



El famoso menú del Peregrino


La alimentación es fundamental en la vida cotidiana; ¿nos imaginamos como ha ser si andas todos los días del orden de 25 kilómetros? Pues eso, comida llena de energía. Es cierto que con la credencial en los restaurantes del Camino te hacen un descuento en la carta, que es de agradecer, pero suele oscilar entre los dos o tres euros como norma general. Puede haber un problema para los vegetarianos o veganos (yo soy de los primeros), y es que si te sales de la carta ya es plato especial y, salvo que el propietario del local te quiera hacer el cambio, se acabó el descuento. Pero bueno, tampoco nos pongamos estupendos con lo del descuento, que si no es grande el descuento la merma en la cartera es igual.
Yo hice el Camino procurando que fuese lo más original posible, obviamente es imposible, ya que no me imagino a un peregrino del siglo XIII con entre 800€/1200€ al cambio de la época. Pero dentro de un peregrinaje del siglo XXI yo opté por esta manera, la más original que pudiese que además es la más económica.

Mi previsión era la de hacerme yo la compra en vez de ir a ningún bar/restaurante, salvo para tomar algo una vez llegado al destino y pasear. En Logroño, en la calle Laurel llena de locales muy recomendables, recomiendo los champiñones con una pequeña rebanada de pan y una gambita (yo sin ella) y con una salsa vinagreta con ajo que está para repetir. Pincho sencillo donde los haya, pero riquísimo.

Este plato de champiñones no se lo recomiendo a los que sufran del corazón, porque están de infarto



Barrio Húmedo de León, te pides una caña y te llevas una mini ración bastante rica

O en León, en el barrio Húmedo, que es el barrio para salir de tapas, además cerca de la Catedral como en Logroño.

En prácticamente todas las etapas hay tiendas, si hablamos de "grandes" poblaciones ya tenemos supermercados decentes. Por allí arriba son típicos los EROSKI, MERCADONA, DIA y unos que no escuché en mi vida, los Froiz, pero da lo mismo, son posiblemente algo más baratos y por supuesto que sirven para el objetivo.

De los desayunos ya hablé en ésta otra entrada, así que toca la comida fuerte. La verdad es que no cambié mi dieta, salvo el desayuno, por el resto casi igual; lo que me apeteciera en ese momento. Tortilla de patata, ensaladas, pasta, arroz, sopas, etc. Las de sobre vienen de miedo, no están tan malas como pueden aparentar, no es como la casera obviamente, pero si compras varios sobres no pesan y tienes para varios días por poco dinero. También puedes comprar pastillas de caldo del tipo Avecrem y hacerte las sopas al gusto, eso ya cada un@.


Esta es una de las compras que yo hacía. Las galletas eran mi gasolina para por la mañana junto a Coca Cola

¿Cuanto puede costar hacer el Camino?





Muchas de las preguntas que hace la gente que se ha decidido a hacer el Camino de Santiago, es ¿cuánto cuesta hacerle? Aunque parezca una perogrullada no lo es; el precio para hacer el Camino variará en función de lo que tengas comprado o lo que tengas por comprar; si quieres hacerle a todo tren, o sin que te falte nada, más austero.

Hay gente que es la primera vez que le hace (como me pasó a mi) y no tienen nada de lo imprescindible como el saco de dormir, las botas o zapatos de trekking, la mochila, etc., pero otras persona sin haber hecho el Camino tienen de todo eso porque realizan acampadas, senderismo u otra actividad en el campo. Yo conté con un presupuesto de unos 1350€ de salida, pero claro, partía de cero. No tenía absolutamente nada, sólo contaba con mi cuerpo para andar. Empezando por el principio y obviamente dependiendo de la época en la que tengas pensado hacer el Camino, (en mi caso le empecé el 1 de Octubre) tuve que comprarme calzado más bien tirando hacia el invierno. En este enlace está el calzado que llevé. La mochila que me compré ya ha aparecido en esta entrada referida a ella y al peso de la misma.

Mi saco de dormir es un Quechua de 15 grados y 2m. (soy muy caluroso) y me costó 19,95€. Como digo, yo partía de cero así que tuve que comprar también lo imprescindible que ya he dicho más la bombona de agua, la funda térmica, los bastones de trekking, etc.

Teniendo listo todo lo necesario de equipamiento, tendremos que calcular por día entre 5€ y 12€ para el albergue (sacamos la media sumando los 5€+12€=17€ dividimos entre dos 8,5€. Yo hice el Camino en 2017 no creo que haya subido mucho), y otros 20€ diarios para la comida, la cena y desayuno; y siempre se pone algo más para imprevistos, digamos un 10% de la suma total. Entonces serían; 263,5€ de los albergues (a 8,5€/día), más 620 de las comidas, cenas y desayunos (20€/día) más el 10% de imprevistos (88,35€), el total es de 971,85€. Este total es sin incluir los billetes de los autobuses. También hay quien directamente, y no exagerando, aplica la cifra redonda de 30€ diarios. 

Este presupuesto es el cálculo de hacerlo con esos precios y basándome en 31 días, que es lo que tardé yo en hacerle debido a que ajustaba las etapas entre la guía GRONZE y la EROSIKI. Esto es tirando por todo lo altísimo, porque de los 1350€ con que contaba yo, gastaba en Madrid en gasolina, compras de casa, desayunar fuera de casa algún día, y algún que otro capricho fuera del Camino.

El cálculo real mío de peregrino austero fue: 10€/día para el albergue (los municipales suelen ser 5€ y los parroquiales qué menos que otros 5€ ya que son donativos, pero mejor que sobre que después es una alegría ver dinero extra). En los 31 días serían 310€ de los albergues, más el gasto en comer; yo compraba en supermercados por menos de la mitad del presupuesto, marcas blancas de EROSKI, Froiz, MERCADONA, CARREFOUR. Por ejemplo, una tortilla precocinada 3€, más la bebida 1,5€ (1,5€ de Coca Cola 2L. para mi al día); después la cena, que si quieres que aún sea más barata, pero no menos rica, puedes optar como hacía yo bastante a menudo, que son los sobres de sopas  muy ricas para las cenas. Ahí ya me ahorraba un dinerito: 4,5€ de la comida más 0,62€ del sobre de sopa son 5,12€, por 31 días 158,72€. Si le sumamos los 320€ del albergue en 31 días más los 158,72€ de las comidas y cenas  son 468€ en los 31 días.

Obviamente esta dieta no es siempre la misma, hay variedad y además barato. Pero si optas a diario por desayunar en cafeterías, por los menúes del peregrino, pararte en mitad del Camino a media mañana, etc., sale más barato alojarte un mes en el Ritz.

Ejemplos para comer barato que puedes hacerte y comprar por kilos: Arroz Kilo 1€, Sopa 1/2 Kilo 0,50€, Ensaladas por menos 3€, Verduras, Latas de conservas, platos pre-cocinados, etc.

La cuestión no es ser un miserias sino peregrino; ajustando el presupuesto, porque después tendrás más efectivo para poder salir a tomar algo por ahí, reponer fuerzas en el Camino incluso para comer fuera del albergue algún día.


Diferencias entre peregrinos y turistas



El Camino de Santiago es el itinerario pedestre más importante de Europa, de hecho, es considerado en Europa como Primer Itinerario Cultural de Europeo, y claro, esto trae consigo un aluvión de personas que desean vivir semejante experiencia medieval. Pues bien, desde el máximo respeto a todas las personas que vienen a España a realizarle, hay que diferenciar entre turistas y peregrinos.

Los primeros vienen con paquetes turísticos en los que se incluyen alojamiento (en hoteles, pazos, casas rurales, etc.) y que también incluye desayuno y/o comida. A parte, también está incluido el transporte de la mochila entre otras muchas más opciones distintas al paquete inicial descafeinando de alguna manera el Camino, ya que la mochila es imprescindible llevarla encima.

En la fotografía de abajo -la primera-, vemos un grupo de turistas, basta con ver su indumentaria y la falta de la tan afamada y "pesada" mochila tan característica del peregrino. Con el paquete turístico parece que incluyen la "instalación de otro paquete" del " peregrino guiri" y que consta: De la sonrisa casi perpetua, las ganas de cruzar algunas palabras, esta vez sí, con peregrinos de verdad, y la "instalación del deje, seas mujer u hombre, que siempre suena siempre igual: "Uueen Caminou" jajaja.

Las diferencias, son eso, simples diferencias pero simpáticas.


Grupo de turistas en el Camino de Santiago



Fotografía de peregrinos que realicé en los campos de Navarra

Recuerdo que llegando a Hospital de Órbigo cruzamos el puente homónimo, y siguiendo caminando por fin llegamos casi al final del pueblo, en la calle de Santiago. A la izquierda se encontraban dos autobuses descargando "guiris" ávidos de caminar. Nos decían a mi compañero y a mí: "Uuen Caminouu", y nada más responderles le decía a mi compañero: "Fíjate en las mochilas (de unos 10L.); si están nuevas. O mira las zapatillas, ¡si tienen la suela a estrenar!". Si supieran que nosotros ya llevamos en el cuerpo casi 500 kilómetros. Bueno, unas risas nunca vienen mal.

Esta si es la mochila de un peregrino (es la mía), bien cargada
pero con el peso justo. Durante
la parada para comer en San Juan de Ortega


La fotografía de en medio la hice, si mal no recuerdo, por los campos de Navarra -bastante antes de llegar a Hospital de Órbigo-. Todas esas personas que aparecen sí son peregrinos, nos veíamos casi todos los días.

La diferencia fundamental entre turistas y peregrinos es que ambos vivimos el Camino de una manera maravillosa, pero no es lo mismo ir en avión que hacerlo por carretera. No es igual ir andando desde Saint Jean Pied de Port (desde donde venía mi compañero) o Roncesvalles (Yo) llevando a cuestas el peso de la mochila -y en Estella mandar a casa 2,8Kg.-, pararte a descansar cinco minutos y de repente ver algo maravilloso que no te fijas de turista ya que vas disfrutando, sí, pero de otra cosa y manera. No tiene comparación. Siendo peregrino ves todo, vives experiencias irrepetibles, lugares que jamás entenderás si haces el Camino de otra manera, si no le sientes por un motivo distinto al de ir con una mentalidad playera.


Qué albergues elegir según las opiniones



Este es un tipo de información muy importante para l@s peregrin@s, ya que nos indica la calidad del establecimiento
en el que pretendemos descansar, por eso debemos ser honestos.


Por regla general los peregrinos hacemos uso de los comentarios para formarnos una idea de como es el albergue que estamos mirando y, dependiendo de los comentarios a favor o en contra optaremos por él o por otro. Lo primero que hay que decir es que debemos ser honestos al calificar el establecimiento siendo objetivos; por ejemplo, si la persona que atiende el albergue (hospitalero) es un poco seca pero las instalaciones son las adecuadas, lo más justo sería resaltar la falta de amabilidad de la persona encargada pero no dejarnos llevar por esa impresión y juzgar todo el albergue por ello.

Debemos tener en cuenta que el albergue será nuestro lugar de descanso y que dependiendo de lo que hagamos con nuestra opinión, ¡no sólo daremos un "tirón de orejas" al albergue!, sino que podremos perjudicar a los peregrinos con ella si no se ajusta a la verdadera realidad. Debemos tener en cuenta que después de habernos metido para el cuerpo una media de 25 kilómetros diarios, los peregrinos lo que estamos deseando es descansar y, si  nos dejamos influenciar por los comentarios y las críticas tendremos que seguir buscando otro albergue en el lugar o hacer unos cuantos kilómetros más hasta llegar al siguiente pueblo con el consiguiente desgaste extra.

Albergues con diferencias en la calidad, pero todos ellos aprobados
ya que cumplen con sus espectativas


Por eso es importante ser ecuánime en las valoraciones. Hay que tener en cuenta todo lo que el albergue ofrece, desde la primera impresión que es la exterior, la ubicación; para proseguir ya en su interior, primero será la persona que nos atiende -el hospitalero-, y después vienen las instalaciones.

Algo importante es tener presente que son albergues de peregrinos, no hoteles. Interiorizado esto, ya podremos valorar en su justa medida los servicios relación calidad-precio que nos ofrece. Lo principal para juzgar el albergue (siempre desde mi punto de vista), será la comodidad de la cama así como su conformación. Si ésta cuenta con sábana (desechable) o no. El tipo de colchón si está muy machacado o el somier suena como la rodilla de un transformer o si el conjunto de ésta se mueve, el acceso a la litera superior, etc. Una vez tenido en cuenta el descanso, podemos poner a la misma altura de importancia los aseos. El nivel de higiene y equipación. Si están en el mismo edificio o fuera de él (el municipal de Zubiri lo tiene separado del edificio principal), si estos tienen puerta o cortina; o como en el caso del mismo de Zubiri, es del tipo vestuario de cuartel o gimnasio, corrido sin separación viendo al compañero de al lado y lo más chocante, era mixto. La intimidad es importante, aunque haya a quien le de más o menos igual. Ya en Galicia los hay separados pero sin puerta o cortina. Much@s peregin@s buscan albergues principalmente con WiFi. Yo, personalmente prefiero que tenga tomas de corriente antes que WiFi. El albergue de Burgos es maravilloso, sin embargo el WiFi no da de sí al saturarse con tantas personas conectadas. Lo mejor es tener un buen paquete de datos en el móvil, al final es lo que me pasó a mí, que tiraba de ellos y bastante mejor.

Si cuentan con servicios de lavado y secado (casi todos lo hacen) y el precio (que suele rondar 3€ lavar y 3,5€ secar), el tipo de tendedero y si tiene zonas comunes.

Repito, si un albergue es antiguo pero las instalaciones son las correctas para este tipo de establecimiento, así como la higiene, se descansa bien y el precio ronda, por ejemplo, entre 5 y 8 €, mi calificación sería aprobado. Lo que nos interesa principalmente no son lujos; sino descansar, la higiene y la ubicación. Hay personas que creen que un albergue de peregrin@s es un hotel, que cuentan con instalaciones similares y al ver la enorme diferencia se decepcionan y le dan una calificación posiblemente poco ajustada al servicio prestado.

Pero bueno, cada persona ve la vida a su manera y la juzga como tal.

El olvidado cementerio para los peregrinos




Jardín en la trasera del Obradoiro que ocupó el antiguo cementerio de peregrinos en Santiago


"Siglos atrás, al peregrino a veces le esperaba la muerte en Compostela. En Santiago encontraba no sólo la meta del Camino, sino también la última etapa de su vida. Durante centurias, sus cuerpos yacieron muy cerca de la tumba del Apóstol, en un pequeño cementerio situado en la trasera de la plaza del Obradoiro, a los pies del Pazo de Raxoi. Es de esos vestigios de la tradición jacobea que han quedado en el olvido. Pero el Xacobeo se ha propuesto recuperar su memoria. Así lo comentó el pasado sábado uno de sus técnicos, Manuel Rodríguez, durante el curso de formación para hospitaleros encargados de la acogida en la ruta.

«Bajo la superficie hoy ajardinada reposaron los restos de peregrinos de toda Europa fallecidos en la ciudad. Nació a principios del siglo XIII con la creación del hospital de Santiago, al que se asoció», escribe este investigador, gran conocer del Camino, en su última obra «Santiago de Compostela para los peregrinos», una «guía secreta» para saber dónde mirar en la capital gallega.

Este recinto, junto a la iglesia de San Fructuoso, fue clausurado a principios del siglo XIX, después de haber acogido «a fallecidos de todo el orbe cristiano durante más de setecientos años». Pero no sólo. Como prueba de «la alta consideración» que este camposanto tenía, Rodríguez apunta que «Ángel Blanco de Salzedo, canónigo de la Catedral y administrador del hospital real, mandó enterrarse en él en 1710».

Era habitual que a lo largo del Camino hubiera cementerios de peregrinos porque, explica el especialista, «la muerte formaba parte de esta aventura épica y espiritual a través de Europa». Pero el santiagués era el más especial dado que, por su ubicación, «permitía reposar eternamente a los pies del anhelado Apóstol». Allí eran sepultados «con una concha de vieira. Así serían identificados en el Cielo como amigos de Santiago e intercedería por ellos».

Nada que lo identifique

En su libro, Rodríguez lamenta que «hoy tristemente nada recuerda la fuerte simbología de este lugar», pero la iniciativa en la que trabaja el Xacobeo podrá contribuir a solventar este olvido que padecen también otras insignias históricas del Camino repartidas por el casco viejo de Compostela. «La clave para mejorar es la conexión esencial con la ciudad peregrina del pasado — apuntó durante su divulgativa charla en el Hostal de los Reyes Católicos Rodríguez, que gestiona las relaciones del Xacobeo con las muchas asociaciones de amigos de todo el mundo—. El Camino de Santiago generará más riqueza cuanto más auténtico sea».

Tampoco reparan ya los peregrinos del siglo XXI en la fuente de la rúa do Franco, visitada desde la Edad Media y hasta el XIX puesto que su agua se consideraba milagrosa. Tanto, que de hecho a sus cualidades se atribuye el milagro del ciego San Franco de Siena, que habría recuperado la vista al beber. A escasos metros, separada por un bar, todavía persiste hoy una pequeña y casi imperceptible capilla tras una reja. Cuenta la leyenda —y así lo atestigua una placa— que junto a ella se apalancaron los bueyes que arrastraban el cuerpo del Apóstol. Sin embargo, al carecer de elementos que anuncien su antigua relevancia, casi nadie se detiene ya."

Este es un artículo del diario ABC en el que aparece una guía que desgrana tradiciones y lugares del Camino de Santiago que están casi desaparecidas. Éste enlace dirige al texto original.

jueves, 14 de febrero de 2019

Tecnología



En lo tocante a la tecnología para ahorrar batería, tiempo y datos, existen muchos artilugios en el mercado que nos ayudan haciendo la vida un poco más fácil.

Mirad, si no os queréis quedar sin batería subiendo fotos y videos a la nube, os recomiendo llevar unos Pen Drive (cada uno sabe las fotos y videos que hará, por consiguiente el espacio que necesitará en Gb de almacenamiento) y también un cable OTG. Esto ahorra batería ya que es directo del móvil al Pen Drive, mientras que subirlo a la nube al consumo de batería hay sumarle el de datos (depende con los que cuentes) que nos pueden venir de lujo para saber la distancia a la que estamos, donde está el albergue o cuanto nos queda. En definitiva, información real y necesaria.

Esto es un cable OTG para quien no lo conozca, y el precio es de unos céntimos más de 1€.


Tiene una entrada universal de carga al móvil, y al otro
extremo la conexión al Pen Drive.


Ejemplo del uso del cable OTG

Contra el dolor

En lo referente a medicamentos antiinflamatorios y regenerativos de la piel por ampollas reventadas accidentalmente, yo llevé como regenerativos, Blastoestimulina en polvo que seca la herida, y blastoestimulina en crema que continúa la cicatrización pero hidratando la piel.

Blastoestimulina en polvo

Blastoestimulina en crema

La Blastoestimulina es un producto practicamente natural que el <<secreto>> de su eficacia es que contiene cicatrizantes más antibióticos y Centella Asiática.

Como antiinflamatorio la gente llevaba Ibuprofeno en pastillas, yo sin embargo llevé Espidifen 600 mg que eso es mano de santo. Su principio activo es el Ibuprofeno, pero además entre otros principios cuenta con la arginina que ayuda a la absorción del Ibuprofeno por parte del organismo. Esto unido a que se disuelve en agua y el cuerpo humano está compuesto por un 70% de este elemento, lo absorbe rápidamente con una mejoría rápida en cuestión de cinco a diez minutos. Además se comercializa en tres sabores y tamaños de 20 y 40 sobres.

NUNCA DEBEMOS OLVIDAR QUE SON MEDICAMENTOS, NO GOLOSINAS. HAY QUE LEER SIEMPRE Y DETENIDAMENTE EL PROSPECTO ANTES DE USARLO, PREGUNTAR AL MÉDICO O INFORMARSE EN UNA FARMACIA
Espidifen menta

Espidifen Cola-Limón

Espidifen melocotón



El calzado


Cuando has decidido hacer el Camino se supone que te has informado de qué va esto. Bien, aparentemente no es más que andar, pero nada de eso. Separando lo romántico, religioso o el motivo personal por el que le haces, el Camino no sólo es andar, es andar por diversos terrenos, terrenos que van desde el pedregoso, liso, liso pero con guijarros, húmedo, mojado por algún arroyo o río o lluvia, aparte si se hace en una época otoñal o invernal. El calzado es imprescindible que sea, tirando por lo muy bajo, de mediana calidad y de suela de goma vulcanizada. Yo recomiendo tres pares; ¡¡¡Estoy loco, el peso!!! No, es totalmente normal. Un par de botas de tobillo, un par de zapatos de trekking y otro de zapatillas para la ducha y evitar posibles problemas con hongos (que tampoco es que vaya gente <<enferma>>) Las botas para montaña -alto del Perdón-, zona rocosa o pedregosa -Montes de Roncesvalles a Zubiri- o ya en Galicia la subida a O´Cebreiro, te van a venir muy bien cuando pises en una piedra o roca en el camino y estas te asegure de una torcedura más grave. Mientras que los zapatos de trekking vienen bien para caminar por pistas agrícolas llanas, ciudad, o montaña de camino llano. Obviamente el calzado dependerá de la época del año en que le hagas. En verano puedes hacer prácticamente todo el Camino en sandalias de trekkingpero mientras traspire el pie y sea cómodo, vale.


Estas fueron las botas que yo llevé. Son de piel e impermeables, lo <<peor>> es que
al ser de piel no transpiran bien para el verano y si se mojan el peso y la incomodidad es considerable. Puedes optar por unas Merrel, Columbia, Salomon, etc. pero ve preparando billetes. Yo hice el Camino en octubre.



Estos son los zapatos que llevé. Como las botas son de piel, por tanto
son pesados. También son impermeables.

Este tipo de zapatillas son muy cómodas, así como las de dedo




Este tipo de calzado (Botas y zapatos) es el que llevé para caminar por los diferentes caminos, las zapatillas chanclas son para pasear, descansar el pie y ducharse.

Botas de este tipo como las de abajo; jamás, nunca se te ocurra llevártelas para hacer el Camino si quieres llegar lejos, ya que aparte de destrozarte los pies también las destrozas a ellas en dos días. Son buenas para pasear por el campo (yo las tengo para andar por la Casa de Campo), por caminos polvorientos pero llanos, asfalto incluso por ciudad, pero no por mucho tiempo con ellas puestas ya que la suela está separada del pie por una simple plantilla de espuma y fieltro. Estas botas de abajo son más bonitas que eficaces.


Bota buena para el paseo, nada más

Pese a la suela de tacos, el interior separa el pie del caucho una
simple plantilla de espuma y fieltro

Cuidado de los pies


Una cosa distinta son los pies, estos sí que tenemos que cuidarlos, y mucho, ya que son lo que nos une al suelo y son los que soportarán miles de impactos contra éste; más las miles de flexiones haciendo el juego del pie.

Una cosa es la higiene de los pies, y otra bien distinta el <<cuidado>> como si fuésemos a la oficina. Obviamente no podemos descuidar la higiene y no lavarlos, pero algo importante sería no visitar al podólogo para que nos retirara esas pequeñas durezas de las plantas que las eliminan por pura estética. Esas durezas nos servirán de apoyo, ya que si las quitamos (aunque sólo sea con una piedra pómez) como de costumbre y dejamos la planta del pie lisa y suave como la de un bebé, estamos haciendo un favor al terreno para que salgan ampollas en las plantas, y entonces sí que se acabó el Camino. En Frómista vimos a una chica coreana que llevaba los pies por culpa de las ampollas que parecía que le había dado un masaje Eduardo Manostijeras; la pobre llevaba esparadrapo y vendas por todos los pies, parecía una mómia, por esa razón ahí se le acabó el Camino.


Tarro con vaselina


Otro mito. ¿De verdad alguien se cree que untándose los pies con vaselina y dejando en estos un capa grasa al pie no le saldrán ampollas? La vaselina es una pasta grasienta, y como tal tapa los poros de la piel, si bien es eficaz en la eliminación de las callosidades al hidratarlas, para las ampollas no hace absolutamente nada más que crear una fina película de humedad entre la piel y la vaselina que aparte de poner los calcetines para tirar, cuece el pie por la falta de transpiración. Me respondió una chica hace poco en su canal de YouTube a un comentario mío aduciendo que el maquillaje tapaba los poros de la cara; <<Que no, que la piel traspira igual>>. Claro, lo mismo es tener un polvillo o lo que sea que se de, a no tener nada en la cara; pero bueno, cada un@ hace lo que mejor cree. Es como si una persona que fuma dice que el humo ese no es veneno.

El pie tiene que traspirar adecuadamente, de lo contrario las ampollas te pueden salir hasta por las orejas. Otro error que comete mucha gente es poner un Compeed en una ampolla ya hecha, y peor aún, reventada. El Compeed es muy bueno, pero para las rozaduras o irritaciones, lo pones y regenera la piel, pero una vez hecha la ampolla el Compeed no tiene nada que hacer, pero hay una solución que ya dejé en esta entrada.

Lo mejor si tienes una ampolla, es pincharla con una aguja esterilizada con alcohol o un mechero; incluso si primero la quemas y después la limpias con alcohol mejor. Hay muchas personas que dicen que en caso de que salga una ampolla, lo mejor es <<coserla>>. El Camino de Santiago es un itinerario de peregrinación no una clase de punto de cruz. Lo que hay que hacer si te sale una ampolla es esterilizar la aguja y pinchar la ampolla atravesándola con la aguja enhebrada con el hilo y dejar éste puesto para que drene la posible agüilla que genere, a continuación sacar todo el líquido hasta que no quede nada, después limpiar bien y poner una tirita. Al día siguiente se quita el hilo, se limpia, se desinfecta, se aplica un poco de Blastoestimulina en crema y se tapa.


Trucos y cosas para las rozaduras


Mola mucho ir a Decathlon un mes antes de marchar al Camino a ir mirando las cosas que te hacen falta. Ese nerviosismo de mirar cosas que ni comprarás, pero que al saber que marchas a andar tantos kilómetros te hace ilusión mirar de todo. Respecto a la ropa técnica, es cierto y bueno llevar de este tipo ya que al ser compuestos sintéticos secan en nada y en menos. Recomiendan llevar calcetines de este tipo para evitar las rozaduras, de hecho hay calcetines que mola comprarlos porque así parece que vas a escalar el Everest pero sin duda con cualquier calcetín sintético de los "chinos" te valen, simplemente les das la vuelta y la costura quedará para fuera evitando así que estas te generen las tan temidas ampollas. Estos calcetines de Trekking en Decathlon están bien por eso que digo, mola quitarte las botas o zapatos e ir conjuntado, pero no es estrictamente necesario, a parte que son más caros. Ya no te digo nada si los que te recomiendan son los de caña alta con refuerzos antirozaduras, ahí prepara presupuesto de 20€ a 24€ el par dependiendo de la marca. Si te quieres ahorrar ese dinero que en dos pares se te van 40€, la cosa es fácil, en el momento que notes -sin comenzar a andar muchos kilómetros- donde te toca el calzado más de la cuenta, te pones en la zona donde notes que te roza el calzado una gasa con esparadrapo y listo, hasta Compostela llegas seguro jejeje. Hay quien también echa en la mochila Compeed, pero eso hay que saber como se utiliza. No es cierto que te cure las ampollas; si te ha salido una y por error las has reventado y quitado la piel, despídete, el Compeed sirve para hidratar el enrojecimiento de la parte donde te va a salir la ampolla. Ahí sí, te pones la tirita de Compeed y sirve, pero siempre antes de que te salga la ampolla.

Las gasas son todas prácticamente iguales, pero el esparadrapo que es bueno es el de la marca Omniplast. No gano nada con decir que esta marca es buena, lo que pasa es que es la verdad. Es una marca alemana y ya sabemos como trabajan.

Este esparadrapo que tiene todas esas tiras de pegamento,
es genial